Le dije a una amiga que su podcast me alegró un momento triste el otro día, le dije que esta era su señal para lanzar un nuevo episodio.
Hice mi parada en Starbucks para comprar lo mismo que compro los lunes antes de mi reunión de 3 horas con un cliente muy importante: extracto de zanahoria, espresso macchiato con leche sin lactosa y avena con espuma hasta el final. Ah! y snack de frutos secos para la mitad de la reunión.
Llamé a mi papá para conversar y saber su opinión sobre la temible victoria de Javier Milei en Argentina. Sí, piensa exactamente lo que predije que pensaría. Me convencí de que lo conozco bien.
Escuché “La Encerrona” de Marco Sifuentes mientras me bañaba y “Sin Guión” de Rosa María Palacios cuando manejaba las primeras cuadras de Javier Prado.
Me desperté a las 5:30am para encargar a Ugo a su paseo perruno del día. Le puse su bolsita de comida, y me alivié al reconocer que anoche no se hizo pila en casa. Todavía le cuestan sus cositas.
Almorcé en el estudio con Pablo, en la mesa que nos mandamos a hacer para poder comer desde nuestra zona de trabajo y ganarle horas al día. Comimos la lasagna que hicimos y congelamos hace un par de semanas, con arúgula y aceite de oliva. Nos abrimos una botella de Bodega Murga. Alejandría. Y usamos las copitas nuevas en estilo pompadour de Zara Home.
Prendimos las velas. No dejo de comprar velas y explorar aromas. De hecho creo que son un perfecto regalo de navidad.
Hemos planeado ir a casa temprano para ver una película en HBO. “Un beau matin” con Léa Seydoux.
Compré pasajes con todas las millas que tenía en un break de la reunión de la mañana.
Agendé un café para la próxima semana con mi ex jefa. ¡La ex jefa, de mi primera chamba!
“Avanza mi nave genovesa”. Parte de un poema de Nietzche que leí hace años más por la curiosidad… de que él también, quisiera o pudiera, escribir poesía. Y a eso me saben los lunes.
Sí.
Los lunes tienen el sonido del futuro.
— prw